La terapia
conjunta en psicología y logopedia como objetivo el tratamiento desde una
perspectiva más amplia y funcional del problema, dando importancia tanto a la
parte intrínseca como a las relaciones con nuestro entorno social donde se
incluyen los aspectos comunicativos y lingüísticos. Esta perspectiva global de
trabajo psicoterapeútico se basa en la relación bidireccional que se mantiene
constantemente entre los problemas psicológicos y la manera de comunicarnos con
los demás, todo ello en relación a variables que afectan a las
relaciones sociales, la autoestima y la imagen que proyectamos al exterior.
En
ocasiones muchas dificultades en las funciones comunicativas expresivas y/o
comprensivas, dificultades en la lectura y escritura así como diversas
patologías de la voz pueden formar parte de un tratamiento psicoterapeútico más
amplio donde también es necesario tratar problemas psicológicos y
emocionales.
Los problemas
psicológicos y lingüísticos suelen reflejarse en distintos planos personales.
Por tanto, la perspectiva multidisciplinar sobre la que trabajamos engloba las
siguientes áreas:
- Psicológicas:
aspectos emocionales, psicosociales, etc.
-Comunicativas
y del entorno psicosocial: relación con uno mismo y con los demás.
-Educativas/ocupacionales:
dentro del ámbito escolar, laboral y familiar.
Para poder
lograr el éxito del tratamiento de las distintas patologías, se ha de tratar a
cada paciente de manera individualizada y desde los distintos ámbitos que
afectan a la vida del paciente, y gracias a la fuerza conjunta de los
profesionales, se podrá llegar con mayor rapidez y eficacia a la solución de
los problemas.
Como ejemplo
vamos a ver cómo afecta en el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad o TDAH. Este trastorno, cada vez más conocido, se caracteriza
por tres síntomas básicos: falta de atención, hiperactividad y/o
impulsividad. Además de los síntomas fundamentales existen otros problemas
asociados muy frecuentes como por ejemplo las dificultades del aprendizaje de
la lectura, la escritura, los problemas de rendimiento académico, en fluidez
verbal y en las funciones ejecutivas. Gracias a los últimos estudios hechos
sobre este trastorno (Tannock y Brown, 2003) hemos podido comprobar que en
torno al 50% de los niños con TDAH también tienen trastornos del desarrollo del
lenguaje como por ejemplo la aparición de las primeras palabras o combinaciones
de palabras, problemas de fluidez del habla, etc.
Todas estas dificultades se manifiestan afectando a otras áreas de desarrollo, por ejemplo un niño con TDAH puede presentar un deficiente manejo de conceptos temporales y un retraso en la internalización del habla, lo que a su vez repercute en una escasa fluidez verbal, menor habilidad de autorregulación y menor organización de ideas que a largo plazo pueden crear problemas en habilidades sociales, de planificación o de autoestima.
Todas estas dificultades se manifiestan afectando a otras áreas de desarrollo, por ejemplo un niño con TDAH puede presentar un deficiente manejo de conceptos temporales y un retraso en la internalización del habla, lo que a su vez repercute en una escasa fluidez verbal, menor habilidad de autorregulación y menor organización de ideas que a largo plazo pueden crear problemas en habilidades sociales, de planificación o de autoestima.
En definitiva consideramos
de suma importancia la perspectiva multidisciplinar del tratamiento, llevando a
cabo una intervención psicológica y logopédica conjuntamente evitando de esta
manera posibles problemas futuros en el desarrollo cognitivo, social o del
aprendizaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario