domingo, 7 de septiembre de 2014

Enfoque multidisciplinar


La terapia conjunta en psicología y logopedia como objetivo el tratamiento desde una perspectiva más amplia y funcional del problema, dando importancia tanto a la parte intrínseca como a las relaciones con nuestro entorno social donde se incluyen los aspectos comunicativos y lingüísticos. Esta perspectiva global de trabajo psicoterapeútico se basa en la relación bidireccional que se mantiene constantemente entre los problemas psicológicos y la manera de comunicarnos con los demás, todo ello en relación a variables que afectan a las relaciones sociales, la autoestima y la imagen que proyectamos al exterior.
 En ocasiones muchas dificultades en las funciones comunicativas expresivas y/o comprensivas, dificultades en la lectura y escritura así como diversas patologías de la voz pueden formar parte de un tratamiento psicoterapeútico más amplio donde también es necesario tratar problemas psicológicos y emocionales. 
Los problemas psicológicos y lingüísticos suelen reflejarse en distintos planos personales. Por tanto, la perspectiva multidisciplinar sobre la que trabajamos engloba las siguientes áreas:
- Psicológicas: aspectos emocionales, psicosociales, etc.
-Comunicativas y del entorno psicosocial: relación con uno mismo y con los demás.
-Educativas/ocupacionales: dentro del ámbito escolar, laboral y familiar.







Para poder lograr el éxito del tratamiento de las distintas patologías, se ha de tratar a cada paciente de manera individualizada y desde los distintos ámbitos que afectan a la vida del paciente, y gracias a la fuerza conjunta de los profesionales, se podrá llegar con mayor rapidez y eficacia a la solución de los problemas.
Como ejemplo vamos a ver cómo afecta en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH. Este trastorno, cada vez más conocido, se caracteriza por tres síntomas básicos: falta de atención, hiperactividad y/o impulsividad. Además de los síntomas fundamentales existen otros problemas asociados muy frecuentes como por ejemplo las dificultades del aprendizaje de la lectura, la escritura, los problemas de rendimiento académico, en fluidez verbal y en las funciones ejecutivas. Gracias a los últimos estudios hechos sobre este trastorno (Tannock y Brown, 2003) hemos podido comprobar que en torno al 50% de los niños con TDAH también tienen trastornos del desarrollo del lenguaje como por ejemplo la aparición de las primeras palabras o combinaciones de palabras, problemas de fluidez del habla, etc.
Todas estas dificultades se manifiestan afectando a otras áreas de desarrollo, por ejemplo un niño con TDAH puede presentar un deficiente manejo de conceptos temporales y un retraso en la internalización del habla, lo que a su vez repercute en una escasa fluidez verbal, menor habilidad de autorregulación y menor organización de ideas que a largo plazo pueden crear problemas en habilidades sociales, de planificación o de autoestima.
En definitiva consideramos de suma importancia la perspectiva multidisciplinar del tratamiento, llevando a cabo una intervención psicológica y logopédica conjuntamente evitando de esta manera posibles problemas futuros en el desarrollo cognitivo, social o del aprendizaje.

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