sábado, 20 de septiembre de 2014

El papel del logopeda en el aprendizaje y la adquisición del lenguaje en las primeras etapas educativas

El lenguaje del niño se empieza a desarrollar en el contexto familiar, pero tenemos que tener en cuenta que el contexto y a su vez el desarrollo cambia en cuanto entran en otra etapa del aprendizaje, en la edad escolar, ya que aquí no solo aprenden el lenguaje oral si no que también aprenden el lenguaje escrito con la ayuda de profesionales de la educación, y en ocasiones con la ayuda de otros especialistas. Cuando el alumno no ha adquirido el nivel lingüístico para mantener o expandir determinados aprendizajes escolares, puede iniciarse un principio de fracaso escolar, la catalogación del alumno de incompetente o multitud de problemas psicológicos desencadenantes. Los trastornos más comunes de la comunicación y el lenguaje en estas edades son:

  • Los retrasos globales del lenguaje oral: Por lo general se dan en la etapa infantil y primeros años de primaria, se caracteriza por un retraso del lenguaje productivo.
  • Trastornos de articulación: Una de las mayores demandas a los logopedas y desencadenante de frustración y problemas derivados.
  • Pobreza general del lenguaje oral: Se detecta en edades en las que el lenguaje está más establecido como en las últimas etapas de primaria, famosas por su pobre, incorrecta, simplificada o reiterativa sintaxis.
  • Mutismo electivo: Es la ausencia total o parcial del lenguaje hablado, en determinadas circunstancias o ante determinadas personas.
  • Tartamudeo infantil: Afecta a 1,5% del alumnado en los colegios. Es importante no confundir el tartamudeo con la disritmia propia de las primeras etapas del lenguaje, las cuales sirven de apoyo para la evolución del habla.
  • Problemas del lenguaje producidos por hipoacusias o pérdidas auditivas, las cuales repercuten en el niño al tener un modelo distorsionado de comunicación.
  El papel del logopeda será trabajar en la prevención, e intentar detectar de la manera más precoz posible los trastornos del lenguaje. Esta prevención no es solo con los niños, sino que también se tiene que trabajar con los padres y educadores. Una vez detectado el posible problema, el logopeda procederá a una evaluación mediante pruebas estandarizadas, pruebas de elaboración personal y/u observación directa bajo  distintas situaciones interactivas. Ya con los resultados obtenidos de las pruebas realizadas, el logopeda pasará a realizar el tratamiento correspondiente. Hay multitud de factores internos y externos que determinan el tipo de tratamiento ya que se prima la individualidad del sujeto. Estos factores determinantes pueden ser por ejemplo: el tiempo de dedicación, tipo de patología, edad del sujeto, actitud de los familiares, etc., ya que el entorno del niño es un factor fundamental en la mejora del problema, por eso, es fundamental hacer participes de la terapia a padres y maestros, asesorándoles continuamente para una mejor evolución. Por último y no menos importante en el papel del logopeda es el seguimiento del caso una vez terminada la terapia por si hay recaídas o problemas asociados en el futuro.

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